sábado, 22 de junio de 2013

LA TEOLOGÍA CONTEMPORÁNEA, ¿EN CRISIS?

La teología contemporánea, de prácticamente cualquier tendencia está en crisis. Aunque no falta la verborrea religiosa, raramente se escucha una palabra segura que resuene con autoridad divina. Hay «hambre... de oír la palabra del Señor» (Amós 8: 1). La causa principal de la enfermedad de la teología moderna es la crisis de una autoridad válida y, en el centro de este tema, se halla la pregunta de qué constituye la base de la Revelación. 



Las personas ya no están seguras de si ha existido una verdadera revelación de Dios. La unidad entre la revelación divina y la escritura judeocristiana, que antes era universalmente aceptada, ahora se debate ardientemente. La teología contemporánea se ha vuelto indecisa y relativista. Y la gravedad de esta crisis para las iglesias no debe ser infravalorada. Los cimientos se tambalean.

De una parte, las normas trascendentes de la revelación bíblica se han relativizado de tal modo que no pueden ofrecer un punto de vista único. Tal teología, que no tiene un fondo conceptual en la Revelación divina, se reduce a manipular los símbolos esenciales con referentes vagos, o a la producción de una serie interminable de innovaciones y especulaciones, que llevan las marcas inconfundibles de su génesis moderna. La teología moderna está prácticamente desacreditada.

De otra, existe un esfuerzo empeñado en sustituir el mensaje tradicional por «otro evangelio» cristiano evangélico, uno despojado de la verdad doctrinal normativa y vacío de contenido verificable. Se trata de una elección entre dos versiones del Cristianismo. En lugar de que la Escritura sea la fuente y norma de fe, es la fe subjetiva la que se ha constituido en fuente y norma de la Teología.

Estos factores han creado una gran crisis en la teología y en la fe. La predicación y la educación han sido minadas. Las dudas y perplejidades han desanimado a los fieles, y los cristianos son llevados de aquí a allá por todo viento de doctrina.

La solución es una vuelta a la posición cristiana histórica de la revelación divina como objetiva e inteligible tal y como se encuentra en la Biblia. El tema de la Inspiración y la Autoridad bíblicas es el centro de la teología cristiana. La permanencia de una persona en la autoridad divina y en la integridad de las Escrituras determinará, en definitiva, la naturaleza y el contenido del evangelio que predica al mundo.

El momento nunca ha sido más propicio para el desarrollo de una proposición evangélica viable en la teología sistemática. En el vacío creado por estas recientes e influyentes posiciones, los evangélicos deben aferrarse a una construcción bíblica consistente con la verdad cristiana revelada. Ésta proveerá a nuestra generación de un mapa que la guíe en la búsqueda de la verdad, en medio del caos.

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